CONSEJO DIRECTIVO
Carta a los propietarios y socios de El Moro

Estimados vecinos:

Este próximo sábado 8 de junio llevaremos a cabo una nueva asamblea de propietarios, en este caso la del ejercicio N° 43, es decir al cumplir 44 años de vida de nuestra institución.

Como es de rigor, en la Asamblea General habremos de someter a la consideración y debate de ustedes la rendición de cuentas del ejercicio vencido, expondremos la memoria de lo realizado y propondremos un presupuesto que nos servirá de guía para encarar el nuevo ejercicio.

Esta práctica, que se viene desarrollando desde siempre en un marco de respeto a las normas estatutarias y las propias que guían la deliberación, tiene la finalidad de obtener un permanente crecimiento y mejora para toda la comunidad.

Y como Uds. bien saben, este presente se desarrolla apoyado en un pasado de muchos esfuerzos de quienes nos precedieron y que permitieron lograr un Moro verdaderamente grande.

Sin embargo, una vez más, aparecen algunos detractores que son seducidos con argumentos falaces con supuesto sustento jurídico, que no tienen otra finalidad que socavar el trabajo cotidiano y buscar justificaciones para desentenderse de las obligaciones de pago de las expensas.

Esos argumentos los sostiene la Dra. Cornacchione, a cuyo alrededor se han juntado algunos propietarios a quienes engaña diciéndoles que dejen de ser socios y que si siguen pagando las expensas lo hagan “bajo protesta”, ya que, ante un veredicto adverso de la Corte, todos los propietarios deberán indemnizar a no se sabe bien quiénes y por qué conceptos, pero seríamos todos solidariamente responsables. O a quienes asesora para que intimen a los escribanos como lo hizo el vecino Carlos Franco con la escribana Marcela Spina, quien, en la mediación del 24 de mayo pasado, fue intimada a rectificar la escritura de compra de Franco a fin de que eliminara toda mención sobre “el Club de Campo El Moro”.

Por supuesto, la Dra. Cornacchione afirma que ella tiene la solución. Como siempre, asegura que El Moro no es un club de campo, así que no se debería pagar nada ya que la municipalidad debería prestar los servicios (por supuesto que no explica cómo se pueden mantener el cerramiento perimetral, la vigilancia y el control de acceso sin ser un club de campo).

Para quienes no saben de quién hablamos, la Dra. Ana María Cornacchione es una abogada propietaria de un conjunto parcelario con casa (manzana 61, lotes 12 y 13), con derechos reservados (a los que siempre estuvo acogida y por ende no pagó jamás suma alguna destinada a solventar los gastos de mantenimiento y obras en nuestra urbanización). Es quien desde hace 30 años viene accionando sin pausa en forma administrativa y judicial en contra de El Moro, buscando que deje de ser un club de campo y que la municipalidad se haga cargo de la prestación de todos los servicios (algo que es claramente un imposible).

Quienes se arriman a la Dra. Cornacchione no son inocentes: primero se acercaron al Consejo Directivo ofreciendo “colaborar” para mejorar los servicios. Luego, avanzaron exigiendo rendiciones de cuentas por fuera de las normas estatutarias, para finalizar como dijéramos. A no engañarse: estas acciones disolventes tienen un solo común denominador: cuestionar para no pagar (y la Dra. Cornacchione cobrar honorarios).

Si bien ninguno de estos temas integran el orden del día de la asamblea, es muy importante estar presente (y de no poder hacerlo, otorgar carta poder para ser representado) de modo tal de convalidar la marcha de nuestra comunidad en unión y armonía.

Los esperamos.

Consejo Directivo
CLUB DE CAMPO EL MORO

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